"LA MALDICIÓN DEL GANADOR", MARIE RUTKOSKI

Título: La Maldición del Ganador

Autor: Marie Rutkoski
Serie: Trilogía del Ganador #1

Edición: Pasta blanda

Páginas: 381

Editor: Plataforma Neo

Al ser la hija del general de un gran imperio que se deleita en la guerra y en la esclavitud de los vencidos, Kestrel solo tiene dos opciones: unirse al ejército o casarse. Pero ella tiene otros planes. Sin embargo, todo su mundo da un giro radical cuando la chica encuentra su alma gemela en un esclavo cuyos ojos parecen desafiar al mundo entero y, siguiendo su instinto, termina comprándolo por una cantidad ridícula de dinero. Pero el joven guarda un secreto, y Kestrel aprende rápidamente que el precio que ha pagado por otro ser humano es mucho más alto de lo que podría haber imaginado. Que ganar aquello que quieres puede costar todo lo que amas. Ambientado en un mundo imaginario, La maldición del ganador es una historia de conspiraciones letales en la que todo está en juego y es el propio azar el que determinará si sigues a tu cabeza o pierdes tu corazón.

El imperio valoriano es uno de los imperios que más control sobre el mundo tiene, ha conquistado a varios países sin piedad alguna, porque los valorianos, si algo los caracteriza, es su pasión por la lucha y el poder. Kestrel, nuestra protagonista, es la hija de un general muy respetado y reconocido, ya que ha sido quién les ha dado el territorio de Herrán, un lugar estratégico para continuar con su dominio. Pero podríamos decir, que los herraníes son todo lo opuesto a los valorianos; los primeros aman las artes y saben apreciar la belleza, los segundos, como ya mencionamos, los mueve su pasión por la guerra y carecen de modales.

Nuestra historia se narra 10 años después de que los valorianos conquistaran a Herrán y convirtieran a su gente en esclavos. Después de adquirir costumbres nuevas en este nuevo territorio, los valorianos viven dentro de una sociedad, donde personas como Krestel (hija del general) pertenecen a la clase más alta y no padecen en absoluto; lo contrario a Arin, quien ha sido despojado de sus pertenencias y la forma en como vivía, para aprender a servir a los que, sin piedad, masacraron a su gente.

“¿No es eso lo que consiguen las historias, que lo real sea falso y lo falso, real?”

Kestrel sabe muy bien lo que su padre espera de ella, sin embargo, no puede evitar su amor por la música y lo único que realmente desea es, seguir tocando, aunque eso signifique que su gente hable de ella por tener interés en algo que solo los esclavos herraníes saben hacer. Es por ello, que cuando asiste por primera vez a una puja de esclavos y ve a uno a quien apenas si pueden controlar, que no se comporta como debería y quien, sorprendentemente, parece tener una muy buena voz; es entonces cuando ella se lanza por él, insistiendo que le será de mucha utilidad a su padre o eso es lo que quiere hacerle creer a los demás. Pero lo que no esperaba, era que Arin le mostrara la otra cara de la guerra, lo que realmente significa masacrar a personas e incluso a personas inocentes y que los herraniés son personas, al igual que ella.

“-Puede que tú no me consideres tu amiga -le dijo-, pero  yo sí te veo así”.

La autora tuvo ciertos fallos al momento de narrar el mundo que creó, faltó profundizar un poco más en cómo funcionaba el imperio, los otros bando existentes y lo que, alguna vez fue Herrán. Tampoco logré conectar con otro personaje que no fueran los protagonistas, las relaciones que entablaron con Kestrel o Arin, se sentía muy superficiales y poco creíbles, pero fue muy grato ver que la autora, al inicio de la historia, se tomara su tiempo para desarrollar el romance, aunque terminó por apresurarlo y eso provocó que sintiera forzado al final.

Pero les voy a ser muy sincera, esta historia es tan ligera como adictiva, es un libro que fácilmente pueden leer de una sentada. Amé a los protagonistas, porque ellos son la razón principal de que me mantuviera tan interesada en esta historia, en especial porque no sabía lo que podrían hacer después, en especial cuando ambos son prácticamente, enemigos.

“La felicidad depende de ser libre (…), y la libertad depende de ser valiente”.

El final me dejó un poco molesta porque, nuevamente, la autora apresuró las cosas y les daba una solución muy sencilla a los problemas. Pero no me desagradó del todo, porque justo en la última página, la autora logró captar todo mi interés y convertirlo en intriga y curiosidad por lo que les espera a Kestrel y Arin en la siguiente entrega.