Autor: Natsuki Takaya
Serie: Fruits Basket #4
Toru pasa plácidamente los días en la casa de los Soma en compañía de la pequeña Kisa. Un día se presenta el jovencito Hiro, un nuevo miembro de los doce, quien no parece sentir ninguna simpatía por Toru, aunque parece que el origen de su antipatía está en los celos que siente por Kisa...
Como
bien mencionó la autora en el tomo anterior, la historia apenas empezaba y con
este volumen podemos notar que lo mantiene, porque creo que finalmente, entendemos
un poco sobre la familia
En esta ocasión, nos presentan a dos nuevos integrantes de esta familia. Cuando nuestra protagonista continua con sus clases y las vacaciones de verano se acercan, estos dos nuevos personajes, hacen acto de presencia, desequilibrando un poco el nuevo hogar de Tohru y mientras ambos intentan conocerla y entender qué es lo que la hace tan especial entre los Sohma; Hiro siente algo de celos por no poder ayudar a Kisa como Tohru lo hizo; Ritsu solo quiere conocerla y saber sobre el encuentro que tuvo con su madre en las aguas termales; pero cuando están en medio de hacerlo, experimentan ellos mismos, lo amable y generosa que Tohru puede llegar a ser y lo más inquietante, cómo es que una sola persona los haga sentir que en ella pueden encontrar lo que siempre les hizo falta. Y conforme todos intentan comprender un poco sobre lo que pueden y quieren hacer, el verano se acerca y con él también vienen las decisiones y el futuro que nuestros personajes deben enfrentar, lo que provoca que se destapen viejas heridas y conozcamos un poco más sobre ellos y no hablo solo de los integrantes del zodiaco, también de Hanajima y en especial de Uotani, quien nos cuenta sobre la madre de Tohru, Kyoko y sobre cómo llegó a sus vidas.
"Los que son capaces de enfrentarse a la verdad son muy valientes".
No me creo que solo nos queden dos integrantes,
de los doce del zodiaco por conocer y aunque ya “conozco” a uno de los dos,
estoy muy emocionada. Siento que en cuanto nos presenten a todos, las cosas van
a tornarse realmente serias. Creo que todo este volumen fue como la calma
antes de la tormenta y no me malinterpreten, no fue del todo tranquilo, el pasado
y el contexto de todos los Sohma, siempre son tristes y unos más que otros,
pero todos se dirigen hacia la misma persona, Akito, líder de los doce y por más
que he intentado entender un poco más sobre sus acciones, todavía no comprendo
por qué alguien haría cosas tan feas, pero como seguimos sin conocer a Akito,
no quiero extenderme mucho en este personaje y me gustaría comentar que
conforme avanza la historia me gusta más y más, Yuki Sohma. Al inicio no lo
entendía muy bien y me costó más empatizar con él, que con mi Kyonkyon, pero siento
que este personaje evoluciona muy bien, pero por una extraña razón pareciera que
él mismo se retiene de hacer lo que verdaderamente quiere y creo que eso provoca
que no se acerque más a nuestra protagonista o a cualquiera que lo rodea, pero
presiento que pronto tendremos un gran avance con él, como el que vimos con Kyo
y muero de ganas por verlo.
"Es muy frustrante cuando alguien te importa tanto, siempre deseas que tu ayuda sea suficiente".
Quiero mencionar que algo que no esperaba, era el gran
desarrollo que tuvieron Tohru y Kyo y lo que más me impactó, es que todos ya se
dieron cuenta, menos los involucrados y mientras Kyo trata de entender qué es
lo que está empezando a sentir por ella, está conociéndola como nadie lo está
haciendo. No saben lo mucho que me sorprendió saber, que él realmente la viera,
que observara más allá de la gran sonrisa que Tohru ofrece a todos y que ella
por fin tuviera a alguien en quién apoyarse y desahogarse. Sentía que desde que
había llegado a este nuevo hogar y en especial, desde que conoció a los Sohma; incluso
mucho antes, con la muerte de su madre, ella ha tratado de mantenerse fuerte y de
no preocupar a los demás. Pero es justo eso, lo que ha provocado que ya no
pueda compartir sus miedos con nadie y fue un alivio ver que ya tiene a alguien
en quién puede apoyarse.
Además de eso, no creo que haya un verdadero progreso en el
romance, me gusta muchísimo que la autora se tome el tiempo para construirlo
bien. Pero creo que en este tomo, por una parte no lo vi mucho y se sintió un
poco raro, aunque ya mencioné que este volumen fue más tranquilo y es por ello
que no quiero adelantarme a nada. La trama evoluciona con muy buen paso y sin
contar que la intriga y las preguntas me carcomen, estoy disfrutando mucho de
esta historia y de los personajes, cada vez, me convenzo más, que cada uno es sumamente
importante para la misma y de verdad, muero por saber más sobre la maldición y el
papel de Tohru en todo esto.
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