Un chico con el corazón de hielo. Una chica que huye de sí misma. Dos destinos que se cruzan.
Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad. La nieve empieza a derretirse. Y todo encaja.
Esta es la primera vez que me leo una novela de
la época y fue una experiencia agradable. Ya tenía esta lectura pendiente desde
hace años y me arrepiento un poco no leerla antes, porque disfruté de esta
historia de principio a fin.
Este libro arranca cuando Heather llega por la
noche, a un pueblo, poco transitado y muy tranquilo en Alaska, llamado Inovik
Lake. Sus últimos ahorros se fueron en el boleto de avión que utilizó para
llegar a este lugar y aunque no es la primera vez que sale huyendo, espera que esta
decisión sea la que la lleve, finalmente, por el buen camino. Pero justo cuando
está en búsqueda de la cabaña que se convertirá en su hogar, se topa con Caos,
un perro que no parece querer despegarse de ella y su cuidador, John, quien claramente le dice
que no durará más de una semana en Inovik Lake, pero aun así, la ayuda a encontrar
el camino a la cabaña y en encontrar un empleo en ese lugar tan pequeño. Pero
no todo será fácil y está claro que su nuevo jefe, Nilak, no planea hacérselo sencillo
y Heather tampoco esperaba que él y esos ojos tan claros como el hielo, le
despertara tantas emociones nuevas.
"La culpa es como una sombra que solo tú
puedes ver. Siempre está ahí. Puede ahogarte. Es envolvente y resulta imposible
huir de ella".
Algo que disfruté al máximo en esta lectura,
fueron los habitantes de Inovik Lake, me encantó ver cómo todos se conocían y
la manera en que acogieron a Heather, fue algo muy cálido que te dejaba sentir
que la protagonista empezaba encajar poco a poco en ese lugar y creo que quién
más influyó a esto fue John, porque la ayudó y cuidó, más que cualquier otro. Y
aunque no desarrollé un cariño especial por Nilak o Heather, me gustó
conocerlos, en especial al primero, porque de cierta forma, pareciera que esta
es la historia de Nilak y me gustó cómo este personaje evoluciona conforme
avanzas las páginas. Pero en esta ocasión debo mencionar que, quién se llevó la
historia fue el precioso y bello Caos, la conexión que tiene con la
protagonista fue algo muy bonito de ver, en especial, porque ambos se enfrentaron
a todos y demostraron el gran equipo que eran. El mushing y el canicross
no los conocía y fue interesante cómo la autora nos introdujo a estos
deportes y a la carreras, pero sentí que me hizo falta ver más sobre ellas,
empezaban y terminaban muy rápido, no nos dieron muchos detalles y pensé que
veríamos un poco más, en especial en la última carrera.
Al inicio, me gustó como la autora estaba
llevando el romance, construyéndolo poco a poco, pero debo confesar que cuando se
dio, finalmente, el primer paso, lo sentí de lo más raro y fue un poco incómodo
de leer. Pero después de esto, fluyó como debía y aunque fue bonito, lo que
hizo que esta historia se sintiera especial, fue el lugar, la gente de ese
lugar y cómo los personajes (los que mencioné anteriormente) están vinculados a
esta historia.
Lo único que no me gustó, fue que, en ciertas escenas,
se sentía como si las hubieran cortado. Me hizo falta un poco más de detalles,
en especial al final, el ritmo se aceleró bastante y cuando sentí que estábamos
en medio de algo, pum, se acabó. Fue un poco abrupto y como dije, me hizo falta
un poco más.
Este libro es muy ligero, es una lectura tranquila,
con poco drama y aunque suelo evitar las novelas que involucran animales, amé a
Caos y disfruté mucho leyéndolo. El romance no siento que sea lo que más
resalte de esta novela, pero igual es entretenido, te mantiene interesado. Y
creo que esta sería la lectura perfecta para combinarla con aquellas que son
más densas y turbias, ya que esta, es corta, linda y liviana. Algo que
caracteriza mucho los libros de Alice Kellen y por lo cual, disfruto mucho leyéndolos.