Título: Wildcard
Autor: Marie Lu
Edición: Pasta blanda
Páginas: 488
Editorial: V&R Editoras
Emika Chen apenas logró salir airosa del Campeonato Internacional de Warcross, y ha perdido a la persona en quien más confiaba. Hideo tiene un plan descabellado: controlar a la humanidad para erradicar el crimen de la Tierra. Solo Emika puede detenerlo, pero una nueva amenaza recorre las calles electrizantes de Tokio y ahora su cabeza tiene un precio. Para triunfar deberá aceptar la protección de un aliado implacable: Zero. Envuelta en una red de traiciones...
¿Hasta dónde llegará para derrotar al hombre que ama?
El libro arranca justo donde dejamos el anterior. Con
una protagonista muy confundida y herida por la traición de alguien en quien
confiaba y peor aún, de alguien del que creía estar enamorada. Pero mientras Emika
trata de contactar a sus antiguos compañeros de equipo, empieza a notar los
primeros efectos del algoritmo de Hideo en el comportamiento de las personas, ya
que cada estación de policía, está llena de todos aquellos que se están
entregando y confesando sus delitos.
Emika debe pensar qué será lo siguiente que va a hacer
y tiene que ser rápido, porque la clausura de “Warcross” es en ocho días, lo
que significa que tiene poco tiempo para poder detener a Hideo antes de que el
algoritmo se descargue en los lentes de todas las personas y dejen de ser ellas
mismas, pero sabe perfectamente de que no podrá hacerlo sola, necesitará toda
la ayuda que posible, incluso si eso significa que debe aliarse con Zero.
“Algunas veces, hacer lo correcto
significa tener que tomar decisiones difíciles en el camino”.
En esta historia, podemos notar lo contrariada que
Emika está porque realmente sabe que debe detener a Hideo, pero todavía piensa que
existe una parte de él que quiere hacer lo correcto y claro, los sentimientos
por él no pueden desaparecer tan rápido. Pero eso no le impide a actuar y eso
me gustó, porque sus sentimientos no la detienen a la hora de querer hacer el bien.
“Su mano fue la que una vez
me ayudó a emerger. Ahora, yo debo hacer lo mismo”.
En el camino de la protagonista por detener el
algoritmo, nos presentan a varios personajes nuevos, uno de ellos es Jax, quien
es un personaje muy fuerte y que me agrada bastante, me gustó que tuviera un papel
muy importante en la historia, pero me hubiera gustado saber un poco más. Otro
de ellos fue Zero, que poco conocíamos de él en el primer libro, pero en esta
segunda parte, ¡Dios, cuánto me gustó! Sin duda fue mi personaje favorito,
había mucho rodeándolo y todo el tiempo quería saber más sobre su pasado y
quién era realmente, así que, no es de extrañarse que amara por completo el
arco que Marie Lu hizo, no podía creer lo que leía en ese momento y entre más
sabía, más desconcertada me encontraba. Siento que la autora se destacó bastante
en esta parte y fue lo que la convirtió en una de mis autoras favoritas.
“No voy a decirte que nunca
es tarde -le contesto-. Pero, en mi experiencia, siempre es lo que no hago lo
que me hace arrepentir más”.
El libro me atrapó desde el inicio, todo el tiempo
quería conocer sobre los personajes y su pasado, el algoritmo y cómo Emika iba
a lograr detener a Hideo. Pero también quería ver el enfrentamiento entre él y
Zero, el cual no me decepcionó y no puedo creer lo emocionada que estaba por
estos dos, sin duda, fue otra de mis cosas favoritas, junto con el mundo de Warcross.
Y aunque esta segunda parte no supera la primera, es una de mis lecturas
favoritas de lo que va el año, tuvo un muy buen desenlace y es una pena que
esta historia haya llegado a su final, voy a extrañar demasiado el mundo creado
por Marie Lu.